Madonna se reunió primero en Aix-en-Provence con los allegados de una de las víctimas fatales que construían el escenario para el concierto que iba a presentar en esa ciudad y más tarde visitó junto al alcalde de Marsella, Jean-Claude Gaudin, dos hospitales de la ciudad.
Las dos empleados de la compañía, un francés de 53 años y un británico de 32, murieron mientras preparaban el show en el estadio Vélodrome de la ciudad, previsto para hoy en el marco de la gira "Sticky & Sweet" de Madonna. El concierto fue cancelado.
El escenario se derrumbó al cortarse un cable y o bien cayó sobre los trabajadores o los hizo precipitarse al suelo desde una altura de 15 metros.
El concierto fue cancelado y la artista se mostró "devastada" en un comunicado. "Mis oraciones están con los heridos y sus familias, así como mi más sentido pésame para todos aquellos afectados por esta noticia desgarradora", indicó.
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